El año ha iniciado con el pie derecho y hay quien dice que lo que ocurra en este día, es vaticinio de lo que vendrá. Como este primero de enero ha estado lleno de estampas lindas que echaba de menos, arranco feliz y con muchas ganas al recordar que existen pequeñas cosas en la vida que no deben dejarse de lado, me explico.
Casi casi, comencé el día cocinando, actividad que mucho disfruto y que hacía tiempo, años quizá, que no practicaba por diversas circunstancias. Nomás para antojarles, dejo un par de muestras. La degustación ha sido fenomenal y las ganas de hincarle el diente a la cocina han vuelto, prometo hacerles caso.
Casi casi, comencé el día cocinando, actividad que mucho disfruto y que hacía tiempo, años quizá, que no practicaba por diversas circunstancias. Nomás para antojarles, dejo un par de muestras. La degustación ha sido fenomenal y las ganas de hincarle el diente a la cocina han vuelto, prometo hacerles caso.
Por la mañana recibí una sorpresa. Un par de fotografías de flores efímeras, y no por ello menos hermosas, de María W. quien no lo sabe pero ahora se enterará: me fascinan, tanto como sus ilustraciones. Durante un tiempo, siempre tenía flores en casa pero luego la rutina me tragó y dejé de comprarlas. Hoy he resuelto que esta costumbre debe regresar porque da luz a mi ritmo cotidiano. Gracias de corazón, María.
El encore fue a causa del Gordito que, con una película y una grata charla, me regaló la posibilidad de soñar y saber que la niña que llevo dentro, está despiertísima y lista para seguir adelante.
Ojalá que para todos, este comienzo sea tan iluminador en los detalles como lo ha sido para mí. Y ahora sí, ¡a lo que nos truje!
Ojalá que para todos, este comienzo sea tan iluminador en los detalles como lo ha sido para mí. Y ahora sí, ¡a lo que nos truje!
17 comentarios:
Pues lo único bueno de este inicio de año es que he descubierto que de mi casa a mi trabajo el tiempo real de traslado son 25 minutos, y no las casi dos horas que hago en días normales.
Pero es cuestión de enfoques.
Saludos
Víctor
Víctor: supongo que sí, que es cuestión de enfoques. Bienvenido a este espacio y vuelve siempre, un abrazo.
Por nada, Paloma. Disfrute nomás. Y me alegra que te hayas contagiado. Lo bueno de las fplantas es que no ladran ni hay que sacarlas a pasear, solo un poco de atención y ahí están, agradecidas.
Un beso
Iba a poner flores, después puse plantas... y ahí quedó la f inventando una palabra.
¡Carcajada María por las fplantas! Pero te faltó lo más importante: alegran al corazón todos los días, más besos.
Palomita: Nada como tu espíritu para levanatar los ajenos. Claro que tu niña interna está ahí, lo único es que ahora, como buena niña prodigio, se dio cuenta de que sabe cocinar. El pato me aguó la boca. Un besote y a seguirnos cultivando como florecitas este 2009. JAJAJAJAJAJAJAJAJAA.
Mara querida: ahora sí, ¡no te mediste! (carcajada) Luego hablamos de las niñas y los patos, besos mil.
Quiero ese pato con risotto!!!!!!!
Se me hacen agua las fauces!!!!!
Y ya que estamos el relleno también. Se ve todo delicioso. Hasta las flores.
Beso, Paloma. O beso paloma.
¡Jejeje... surtió efecto la travesura! Las viandas ya no se pueden (se acabaron) pero si quieres las recetas, con mucho gusto te las paso. Las flores son de tu barrio. Puras delicias para empezar bien el año. Me encantaron los besos, vayan otros muchos pa' allá.
Cocina y flores! hummm que buen comienzo!..desde aquí me llega el aroma -de ambas y por separado- :)
Me gustaron mucho las ilustraciones de tu amiga Maria... *_*
Empecemos el año con un buen ánimo, que después ya se engarga él de pornos a: firmes! =_=
Besitos
..."encarga" y "ponernos". Uf!
Gwynette: Sip, llena de aromas sabrosos inicia el año. María tiene cosas hermosísimas, claro que sí. El año con mucho ánimo y curioso: lo leí como debería a pesar de las erratas... ;o)
Este post me gusta para profético: alimentos y flores. Aunque, con el hambre que tengo a esta hora, las flores tendrían que ser de calabaza, con queso Oaxaca, sobre una tlayuda crujiente con epazote y tantita manteca....
Me gustó mucho lo de la autoprofecía, Ivanius, y me cae que así va a ser. ¡¡¡Carcajada!!! Espero que hayas ido corriendo a cenar porque desde acá te ves como el lobo feroz a punto de cambiar de dieta...
La flor del camalote es bella. De chico vivía donde había un río (como Silvio Rodríguez), en el Tigre, donde vive mi vieja. Ahí veía pasar esos islotes a la deriva que suelen formar los camalotes. Los veía navegar, algunos con sus flores. Otros traían todo tipo de bichos y animales entre sus hojas de agua verde cuando las inundaciones.
Ah, me olvidaba: acertaste increíblemente al decir que son de mi barrio. Maga!
Nop, es que un hada llamada María me lo dijo. ¡Beso!
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