Hace un año que inicié esta aventura. Cuando miro hacia atrás, me maravilla lo vivido y me da gusto tener más idea de hacia dónde me dirijo, o eso creo. Prepárense que esto es casi casi como los Óscares…
Nunca olvidaré que fueron Viviana y Mara quienes dieron el empujón inicial para lanzarme al vacío persiguiendo una serie de sueños personales pendientes hasta entonces. Mientras prácticamente todo el país estaba en
el Grito (fiesta de Independencia), yo hice mi propio festejo y abrí este espacio con dos publicaciones aquella misma tarde.
Septiembre de 2008 estuvo lleno de cuestiones personales que fueron tomando forma hasta llegar a uno de los textos que más me gusta:
Julieta y el cocodrilo blanco. Para entonces, había aprendido a moverme en la blogósfera y tuve la suerte de conocer -además de la constante presencia de La comadre- buena parte de los que formarían el barrio/la familia del ciberespacio: María Wernicke, Agus
El Grego, Gwynette y los maravillosos Chanchos. Después se agregarían Pelusa, José Hamra, Máximo Ballester, Chimichambo, mi primis Ale, Víctor Gayol, Pablo Serment, el Lic, NTQVCA y el Dr. No. Con el pasar del tiempo se sumarían los de FB: Ariel, LeBretón, Pilar, Yuria, Alex B, mi twin Lena, tía Bettina, Fausto L, don Aldán, Eddie P, Verónica IB, Yamina y Alina, por mencionar a los que han estado al pie del cañón.
De octubre a diciembre, anexé lo cotidiano y las esquinas visuales. Comencé a alejarme de lo personal en abril por una aguda observación de mis queridísimas Gagás -quienes además de seguirme desde el inicio, me aconsejan y ejercen la crítica sensata tras bastidores-, así que los textos y pretextos cobraron más importancia. Desde mayo, el reto han sido las minificciones y recién he acabado mi primera serie. ¡Uff! Parece poco pero cuesta lo suyo.
No me di cuenta cuándo o cómo fue que este espacio casi personal se transformó en eso que es ahora y que me parece inmenso al pensar en mis expectativas originales. Puse varios contadores para seguir la pista de lo que pasaba pero aún así, la sorpresa es mayúscula. No dejo de azorarme cuando descubro a todos los voyeristas que me leen, unos conocidos –particularmente, Adolfo M. y Leonardo D. cuyos comentarios no se me olvidarán nunca- y otros, provenientes de lugares diversos. Es un orgullo saber que mis
Esquinas y Rincones llegan prácticamente a todo el mundo de habla hispana y hasta otros muchos países que nunca hubiese imaginado.
Agradezco a todos aquellos artistas que con sus obras iluminan las paredes del blog y hasta inspiran textos: el primatzo Jesús, Agus, María, Caro de la Peña, Adrix Reid, y mis ranas Alux, Issa, Sepo, Graciela, Isabel, Sabrina, Memo y Nico. Y al más pequeño de todos, Santiago AV.
Vaya también una muestra de gratitud a mi maestro y querido amigo, Ricardo Bernal, quien abrió para mis textos las puertas de
El callejón de la carne y a Sergio Gaut Vel Hartman quien generosamente me publica en
Químicamente impuro y en
Breves no tan breves.
No puedo dejar de mencionar a otros que también me siguen la pista desde muy temprano y que son receptores de mi cariño: Pop, Baloo, mi Lili, M’ija Malice, Alita, Jelis, la Manis y su má, Ramoncinho de su Sam, José Ramón y más recientemente, Amaranta.
Finalmente, gracias a todos los que han pasado por aquí -se me quedan en el tintero muchos nombres- pues ustedes permiten que se cumpla el ciclo de lectura que inicio al escribir. Beso bien grande para cada uno y sigamos, que todavía queda mucho camino por andar...