A Cristina, in memoriam.
En un bolsillo lleva los quereres, en el otro los recuerdos. Se unta paciencia y algo de buen sentido en las manos, con ellas carga la dignidad. Sube a la cuerda tranquilo, sabe que la cabeza debe estar siempre fría. A dos mil y pico metros sobre el nivel del mar, cualquier distracción le costaría la vida, pero está concentrado y realiza el salto mortal con un temple que sólo conocen los grandes. Abajo, estallan los aplausos de todos aquellos que lo acompañaron y que nunca se atrevieron a saltar como él.
Imagen que acompaña de: ilustracionesantonio-j.blogspot.com/2007/02/e...
En un bolsillo lleva los quereres, en el otro los recuerdos. Se unta paciencia y algo de buen sentido en las manos, con ellas carga la dignidad. Sube a la cuerda tranquilo, sabe que la cabeza debe estar siempre fría. A dos mil y pico metros sobre el nivel del mar, cualquier distracción le costaría la vida, pero está concentrado y realiza el salto mortal con un temple que sólo conocen los grandes. Abajo, estallan los aplausos de todos aquellos que lo acompañaron y que nunca se atrevieron a saltar como él.
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