viernes, 29 de mayo de 2009

Encuentro inesperado

Se lanzó encima de mí como tormenta. No tuve ni tiempo de reaccionar. Tocaba mis mejillas con avidez y susurraba con ternura palabras que parecían grises y me llenaban de asco. Decía estar feliz de encontrarme después de tantos años. Con el mayor aplomo, le dije que se había equivocado, que yo no era la persona que buscaba. Al soltarme, dos lágrimas rodaron por aquel rostro y un manto de duda se instaló en sus ojos. Pidió disculpas y conforme la vi alejarse derrotada, me sentí un ser mísero. Había tenido la oportunidad de estar frente a mi madre, pero mi alma podrida no pudo aceptarlo.

Imagen que acompaña de Pablo Picasso (1937), Mujer llorando.

9 comentarios:

Mara Jiménez dijo...

Espero, mi queridísima Palomita, que ésta sea la cúspide de lo que te toca por vivir en cuanto a anagnórisis y recuerdos por estos lluviosos días. Lo espero porque me dolió leerte desde el corazón... y me encantó leerte desde la razón. Te quiero comadre. AQuí toy.

María W. dijo...

¡Al diablo! Fuerte.
Un beso grande.

Ivanius dijo...

Aprendí que mis fantasmas son, más que ahogos, compañía. y luego lo atravesé como un sueño, porque sé que, ocurra lo que ocurra, yo seguiré siendo.

ginerale dijo...

Dos relatos sobre pérdidas. Dos trágicas pérdidas

Pelusa dijo...

Que pena! Palomita... estas bien? Ya quisiera yo sacar las emociones como tu lo haces... Yo soy de las que empieza a tirar cosas (siempre que no se rompan, claro).
Besos y abrazos de oso!

Unknown dijo...

Tremendooo!
Y contundente, como para dejar sin respiro. Muy bueno, Paloma. Ay que ver cómo vuelan tus letras, no se equivocaron al ponerte el nombre.

Besos muchos.

ángel dijo...

No sé cómo he llegado aquí, hasta este rincón y esta esquina. Pero ha sido toda una sorpresa, como lo ha sido leerte y el final de este cuento breve. Sigo mi recorrido.


Saludos...

Paloma Zubieta López dijo...

Mi Mara: todo sereno y en calma por acá... agradezco tu preocupación, pero en realidad, la historia me vino a la cabeza por otra imagen, nada que ver con lo propio. Y yo sé que ahí estás siempre, te mando una tonelada de arrumacos con todo el cariño.

¡María! Qué gusto tenerte otra vez por acá. Un besote.

Don Ivanius: qué cosa tan terrible eso que dices, pero viene bien al texto, claro que sí. Besitos.

Ginerale: y falta el tercero, ahí viene... supongo que las pérdidas me rondan la cabeza pero por fortuna esta vez, no las mías. ¡Me gustó el ojo que lo resume, un abrazo!

Paloma Zubieta López dijo...

Pelusa querida: estoy perfecta, los temas van saliendo en forma, a veces, exótica. Esta exploración por las minificciones ha sido grata. Muchos besísimos y procuraré seguir con las emociones, me gusta.

¡Qué sorpresa, Máximo! Ya te echaba mucho en falta a tí, y a tus comentarios que me tocan cada vez más hondo, arrumacos y besitos con cariño.

¡Bienvenido seas siempre, Ángel! Las casualidades a veces resultan en gratas sorpresas, confío en que siga siendo así, besos.