sábado, 8 de agosto de 2009

Atardecer en el lago

El día languidece y el corazón del bosque se llena de vida. Una ardilla devora bayas sobre un tocón, las mariposas revolotean por doquier y los tordos saltan de rama en rama. La luz se cuela entre las hojas mecidas por la brisa y varias chicharras cantan. Casi en el margen del lago, vemos una mujer sobre la tumbona. Parece que duerme, pero nos sorprende al abrir los ojos, diminutos, en los que se dibuja el sol a punto de ocultarse. Sus cabellos grises enmarcan un rostro delicado y dulce, lleno de arrugas. Contempla absorta cómo la tarde se acaba en este pequeño paraíso. El cielo explota en tonos de rojo y naranja; ella esboza una sonrisa. La vemos mover los labios como si conjurase un hechizo pero no logramos distinguir qué es lo que dice, ha hablado muy bajo. Observamos que tiembla cuando el viento la acaricia y cómo se cubre las manos con una manta. A lo lejos, un trueno anuncia que pronto lloverá. Cuando no hay casi luz, la mujer se eleva y en las alturas, desaparece. La manta queda sobre la tumbona y el silencio invade el escenario: el ciclo se ha cumplido.

Fotografía de © Jesús Eduardo López (2009), Atardecer entre las ramas en Uxmal.

4 comentarios:

Mara Jiménez dijo...

La vi inmaterializándose bajo la mirada fija d elos rayos del sol... se evaporó para ser nube, y volver algún día a la ttumbona, con una piel más transparente... Este regreso suyo, promete, comadre.
Besotes.

Pelusa dijo...

Asi deberia ser la muerte... una evaporacion tranquila no deprovista de alegria, un regresar alli, un cerrar ciclos...
Buena escena, Palomita.
_________
Mara!!!! De regreso ya???

Besos a las dos!

Ivanius dijo...

Ajena a todo (o al menos eso parece) otra mujer se acerca a la tumbona tiempo después.
Al doblar la manta usada le parece ver allí mismo a su abuela, que le contaba historias como las abuelas hacen siempre con los nietos, cuando el día languidece y el corazón del bosque se llena de vida...

Paloma Zubieta López dijo...

Mara querida: Ya se te pegó lo de Ivanius, jiji, me divierte. ¿Usté cree que el regreso promete? Toy en eso. Tenemos que hilvanar las vidas con un café como mínimo, muchos besos.

Pelusilla: es justo el "intringüilis" de la historia, usté siempre tan observadora... y sip, también lo pienso.

Se está volviendo una epidemia su costumbre, don Ivanius... *risas* Mara propone un final, usté otro, que el público elija... yo, me divierto, claro. Besos y a ver si manda algo al chiquero que nos tiene muy abandonados.