Estoy sentada a la mesa. Paty Blue está frente a mí. Me mira desde hace rato, con gesto grave: la ceja levantada, la boca apretada y la mano en el mentón. Conozco bien el ceño, siempre aparece como nube gris en el horizonte precediendo las tormentas. El humo forma una tenue cortina entre ambas, como separándonos y avisándonos que los minutos se están yendo. No se mueve y no tiene que decirme nada, yo la entiendo. Tiene razón, no hay mucho por hacer a estas alturas. Tenía que contárselo de cualquier manera. Procrastiné la elección y ahora llega el resultado, con todos sus bemoles, me guste o no. La rueda se ha puesto en movimiento, habrá que esperar qué pasa. Siempre supe los riesgos aunque resolví que pesaban más las ventajas, es probable que me haya equivocado. Cualquiera se equivoca, pero a Paty Blue no se le va una y me siento como la más estúpida, me conoce demasiado. La gravedad de la situación me hace titubear y cuando el sabor del miedo y la duda se extienden por la lengua, reculo y sigo callada presintiendo que todo lo que diga será usado en mi contra. Miro hacia cualquier parte, no aguanto el tono severo al que estoy expuesta, quiero salir de allí. Sin embargo, nos hemos metido en un callejón sin salida y como no sea mediante una puñalada certera, no vamos a movernos hacia otro lado. Luego de una eternidad, suspiro para liberar la tensión que como alfiler se me clava en el cuello y me inunda las manos. Doy por zanjada la conversación y sin decir nada, me levanto despacio. Paty Blue sigue allí, no se ha movido un ápice y continúa irradiando dureza en su mirada. Es lo malo de conversar con fotografías, nunca te dan una respuesta.
Imagen que acompaña de http://samueluribepei.wordpress.com/2008/03/26/lo-quieto-y-lo-movil/
15 comentarios:
Patty Blue: No seas dura, esos mismos juicios que desde tu mirada inmanente ejerces contra mi amiga, se revertirán en tu contra. La severidad no debería ser bandera de nadie.
Es verdad, ciertas fotos -por no decir todas en las que hay alguien- no dan respuestas pero suelen abrir interrogantes y acasos que nos hacen tejer supuestos y cuando no reinventar el recuerdo, que ya de por sí es invención.
Me has sorprendido, querida Paloma con tu buena prosa en este cuento ameno. Lo disfruté mucho. Bien desencadenado, te guardás para el final una íntima fiesta, una en silencio, que a mí me dejó una sonrisa.
Un gran beso. Y otro a Patty Blue, aunque no me lo conteste.
Mara hermosa: entre el deber ser y el ser hay un abismo insondeable, casi como el que se formó entre Paty Blue y su interlocutora aquella vez, y aunque la severidad no debería existir, existe, qué le vamos a hacer. Eso sí, se agradecen las porras desde el corazón de pollo, ¡cómo no! Muchérrimos besos.
Máximo queridísimo (ni modo, las querencias son acumulables): me quedé colgada del tejido de los supuestos y de los recuerdos inventados, tienes toda la razón. Tu comentario sobre la prosa me halaga, pero no por el monstruo del ego en sí, sino porque es un faro que anuncia otros horizontes, gracias desde las profundidades de mi pájaro del alma que ya lo guarda todo en un cajón. Celebro la sonrisa del final, es la que más me llega, dejo aquí besos, muchos, muchos.
PD. Paty Blue no ha respondido, como era de esperarse, pero por su gesto de Monalisa, adivino que le ha gustado el beso que le enviaste.
Ahora regresa allá donde tu duro gesto se enfrentará de nuevo con otros gestos congelados: de vuelta al álbum, a la caja de fotos. Mientras tanto, yo seguiré adelante. Cuando se me atraviese el tercer pesero en el caótico marasmo de las calles, trataré de no sorprenderme cuando descubra en el retrovisor el mismo ceño de concentración y de reproche, y en mi boca, la automática, misteriosa sonrisa...
Querido Ivanius: habrá valido entonces la sonrisa misteriosa, muchos besos.
No sé si es porque ando metido ahora en esas ondas, pero al empezar a leer tu relato/poesía/reflexión pensé que se trataba de algo detectivesco al estilo dashiellhammetiano. Muy sugerente. Y, al igual que el retrato en sí, plantea más interrogantes de los que resuelve. ¡Saludos!
Chimichambo querido: entonces ¡lo logré! Lo detectivesco me anda rondando también, pero sólo en la memoria, son tiempos de muchos movimientos y quietudes. Gracias mil y besos.
clap, clap, clap!!!
magnífico, Paloma, magnífico!!!
por un instante pense que era frente a un espejo... pero mi pensamiento fue reflejo de lo que a mi me sucede frente él.
Querido Lic: también frente al espejo pasan cosas curiosísimas, claro que sí. Qué bueno que te gustó, gracias por todo y un abrazo pa'l frío.
Hum. Pasaba por acá en la ronda que ando prometiendo a mis favoritos desde aquel post 100.
Ash. Cuánta ingratitú.
Y tú escribiendo como siempre; joya tras joya.
Ora sí y di ¿cómo le haces?
A ver, a ver.
Pensándolo bien...
Mejor no digas.
Ash. Otra vez mi morbosa personalidad.
Queridísimo Siete: le hacía, ahora no le hago tanto (llevo un par de semanas sin escribir, ni pex). No sé si son joyas, a mí simplemente me parecen pedazos de algo que se me mueve adentro y sale de pronto. Te mando millones de besos atrasados y agradezco que andes dándote vueltitas de nuez, se te extrañaba harto...
Me encantó esto, Paloma. Lo leí hace tiempo y hoy de nuevo. Sólo que aquella primera vez andaba muda. Un besote. Y que la vida continúe, linda si se puede, sin barrera de años.
Otro besote bien grande, con todo el cariño que sabes que se te tiene. Me encanta que nos encantemos mutuamente y eso, es un buen cimiento para traspasar las barreras espacio-temporales... Muchos arrumacos festivos y más besos, no lo puedo evitar.
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