viernes, 24 de octubre de 2008

La pesadilla de Jonás

Primero quise volar, extendí las alas y me dí cuenta de que había perdido el suelo. Ocurrió todo muy rápido y sin saberlo, me precipité hacia un abismo que me devoró. Un escalofrío recorrió mi cuerpo: el miedo se metía hasta los huesos sin dejar espacio para nada más. Hubo un choque y varias sacudidas; oí el ruido de tendones que se rompen, que se rasgan al ritmo de un pálpito alucinante y luego, me perdí. Pasado un momento, recobré la conciencia y me encontré sudando a mares y sin tener la más mínima idea de dónde había ido a parar; la negrura me envolvía. Casi me asfixiaba y la boca con su sabor acre, enviaba mensajes al cerebro para la desconexión; sin embargo, no ocurría nada más allá de mi agitada desesperación, había perdido el control. Intenté mover mis piernas para descubrir que me rodeaba una masa sin forma, que se adhería a mi ropa y ardía al contacto con mi piel. Estaba siendo arrastrada sin tener la menor posibilidad de escape; un rato de forcejeo inútil y a continuación, el abandono sin remedio. Los sentidos me fallaban y me entró una ansiedad por recordar mi rostro, aunque fuera por última vez. Traté de apaciguarme en aquel viaje imaginario por la superficie del mentón, por la forma de las cejas y la curva que baja desde la nariz hasta los labios. Todo era nuevo para mí y me sentí ajena en el propio cuerpo e indefensa ante el destino que se presentaba como único posible en aquel oscuro rincón, alejada de cuanto había conocido. Aquello que me envolvía empezó a burbujear, y poco a poco, me fui hundiendo hasta perderme en el estómago de una gran serpiente devoradora de sueños. Después, no existí más.

7 comentarios:

Mara Jiménez dijo...

"No quepo en su boca, me trata de tragar pero se atora, con un trébol de mi sien"...¿Te suena? Imposible, ninguna serpiente devoradora de sueño se puede tragar a alguien que se conoce tan bien a si mismo. Doy fe.

Paloma Zubieta López dijo...

Por supuesto que me suena, era justo en lo que estaba pensando... Gracias por dar fe, me quedo más tranquila. Muchos besos esperando que el mal trago de ayer sea cosa del olvido.

Gwynette dijo...

Que angustia!..tal y como lo cuentas puede haber sido muy largo o muy corto, espero que sea esto último! o_O

"Verse en pleno vuelo, pero con alas, es un buen presagio.
En los sueños, volar siempre expresa un deseo de escapar a las situaciones y problemas de la vida diaria, de superarlas como sea; es como un substitutivo de todo aquello que deberíamos hacer y no sabemos o no somos capaces de hacer.."

"Verse caer en sueños significa que sientes miedo a perder la situación que vives en estos momentos, ya sea profesional o emocional"... O_O


..yo sueño que voy en ascensor y se desprende, -también es bonito es sueño, por Diosss-
o_O

Felices sueños a islas caribeñas, como mínimo !! :-)

Besitos

Paloma Zubieta López dijo...

Gwynette, gracias por tus conocimientos de los sueños, no tenía la menor idea. Me parece un buen acuerdo el que propones, ahora vamos a "programar" lo que se sueña, y ya pudiendo elegir, nos vamos de paseo... Besos!

Unknown dijo...

Ayyyy....(sueño con serpientes, con serpientes de mar, con cierto mar...)
Qué buen relato, Paloma. Gracias.

Un beso.

Anónimo dijo...

Yo, últimamente, prefiero volar a lomos de un dragón. De ese modo, si las cosas se ponen difíciles, puedo saltar y fabricar mis propias alas para planear suavemente hasta el suelo, mientras mi cabalgadura emprende una batalla en los aires.

Paloma Zubieta López dijo...

Máximo querido: has descubierto la fuente de inspiración... Ni modo, hay cosas que tengo metidas hasta la médula. Besos desde acá.


Estimadísimo Ivanius: me parece fenomenal forma de transportación. Te sugiero una vueltita por Reforma, quien quita y encuentras algunas cabalgaduras interesantes. Un fuerte abrazo.