sábado, 8 de enero de 2011

Atemporal


Al llegar, la casa parece vacía —tú sabes que está llena—. Los rayos de sol entran con timidez por las rendijas de las persianas, acariciando todo lo que tocan, tu piel percibe la calidez del espacio donde el tiempo no existe —es maravilloso estar de vuelta—. De las paredes, cuelgan los recuerdos en blanco y negro. Si pones atención, oyes las conversaciones que, con los años, guardaron las alfombras y los muebles. En tu recorrido por las habitaciones encuentras distintos estados de ánimo coloreados por la nostalgia. Las carcajadas y los llantos se arremolinan como corrientes a tu paso. Los sueños forman telarañas en las ventanas mientras que los gritos, quedaron suspendidos en algunas esquinas del techo —el verlos así te hace gracia—. Todo es luz y sombras, tu silueta se pierde en el espacio y sientes que tu cuerpo no es más que una colección de retazos. El crujir de la madera del piso haría pensar que la casa está habitada: son las pisadas que, en medio del silencio, anuncian tu presencia. Te detienes y miras hacia los lados esperando que los fantasmas irrumpan en escena pero tu deseo es en vano, aquí no hay nadie. Decepcionado, suspiras y tomas la llave. Abres la puerta y al salir, cierras con cuidado. Sonríes. Eso de poder visitar tu pasado en cualquier momento, empieza a gustarte.

© copepodo (2007), Cerradura en Frómista, Palencia, Castilla y León, España en:
http://www.flickr.com/photos/copepodo/471576291/

11 comentarios:

Clarice Baricco dijo...

¡Oh! Sentí un dolor en el pecho.
Me hiciste vivir.

Abrazos
G

Ivanius dijo...

Lo mejor de todo es que, si en algún momento el hecho de "clavarme en la textura" se vuelve demasiado absorbente, basta levantar la vista y tomar aire para volver al presente. El parpadeo quizás no disipe del todo cierta nostalgia, pero condimentará el ahora de un modo tan sutil como innegable.

Paloma Zubieta López dijo...

Querida Clarice: ¡qué honor! Ojalá y así fueran todos los dolores en el pecho, besos.

Don Ivanius: parpadear... ¡he ahí la respuesta! ;o) 2011, as usual.

Fausto dijo...

Me encantó, Paloma. A veces regreso a mi pasado y no encuentro nada más que rumores, todo se decanta en el presente. Un verdadero placer leerte, como siempre. Abrazos desde Guadalajara, mujer.

Paloma Zubieta López dijo...

¡Don Fausto! Primero que nada, es un placer el tener acá su comentario; segundo, me da mucho gusto el que le haya gustado tanto así. Ojalá y aprendamos a mirar al pasado con otros ojos. Un beso enorme con las saudades que ya sabes.

Pelusa dijo...

Palomita! No sabia de tu regreso!!!!
Me hace muy feliz volver a leerte.

Y si, eso de poder visitar el pasado de vez en cuando es adictivo. Yo guardo algun que otro libro u objetos varios con ese solo proposito.

Besos!

Paloma Zubieta López dijo...

Querida Pelusilla: pues acá estoy de nuez y muy feliz de que estén por acá. El pasado que no nos suelta, jeje... besitos.

Sabías Que? dijo...

Me encato; que bella manera de expresar nuestro pasado con tus bellas lineas tan atinadas nos haces sentir que aun estamos vivos
felicidades Paloma

alberto perez najera
te invito a mi pagina Paloma
http://revistasabiasque.blogspot.com/2011/01/chingones-mis-viejos_14.html

Paloma Zubieta López dijo...

De nuevo, muchas gracias, Alberto. Y sí, estamos vivos aún. Ya pasaré por tu lugar, saludos.

Sabías Que? dijo...

Que tal paloma.
Espero estés bien.
Sabes, me encantaría invitarte a que colabores en mi pagina.
Que dices Paloma para mi seria un orgullo que mis lectores te pudieran leer aquí en México.
Mi e-mail es
sabiasque@hotmail.com
Gracias
Buen día

Alberto

Sabías Que? dijo...

Que tal Paloma, espero estes bien. Te escribo para invitarte a colaborar en mi revista sabias que? que circula en la Cd. de Hermosillo, Sonora, México. Te agradecería me dieras una respuesta. Mil gracias.