domingo, 6 de septiembre de 2009

Sueño octavo: pasaje a otra dimensión

A Yoya que me enseñó también esta canción

El marco de referencia depende de la posición del observador; nuestra historia no es ajena a las leyes naturales. Hagamos un ejercicio y escapémonos más allá del mundo para ver lo que ocurre bajo otra perspectiva. Tiempo y espacio se compactan laberínticos en espiral, hacia un punto central que semeja a una torre pero, en realidad, es la nada. Este tránsito universal se rige por el principio de incertidumbre: lo que parece que está en un lugar puede estar en otra parte en ese mismo instante. Así, es posible que por el mar corran las liebres y por el monte, las sardinas. Todo en lo que creemos podría ser un error de percepción, una mentira. Ahora, estamos listos para proseguir con nuestro viaje.



Remedios Varo (1962), Tránsito en espiral en: http://media.photobucket.com/image/remedios%20varo/AAthanasis/transitoenespiral.jpg?o=95

11 comentarios:

Unknown dijo...

Qué buena es esta serie, querida Paloma.
Son textos breves muy inteligentes, muy lúdicos. Para un libro. No sé si lo pensaste.

El principio de incertidumbre junto a otras leyes y características del universo es campo fértil para el artista.
Te felicito.

En el día que cumplo 45 levanto una copa y brindo con vos aunque sea a la distancia.

(gracias por el saludo, dulce amiga)

Un beso enorme.

Paloma Zubieta López dijo...

Qué lindo saber que te gusta, Máximo... sip, la serie de hecho se llama El libro de los sueños. Homenaje a Remedios Varo, pues está pensada como un conjunto (algo que nunca había hecho pero siempre hay una primera vez)... Y tienes razón: el principio de incertidumbre gobierna nuestras vidas, jiji... Levanto mi copa con vos, querido amigo, para celebrar muchos más de estos y sigue pasándola fenomenal. Cariños a granel, besos de rosas e infinitos arrumacos para hoy y siempre.

Ivanius dijo...

A mí me dijeron que andar cabeza abajo acabaría por estirarme el cuello o por alargarme las ideas. Ese proboscidio imaginante que soy se ha aficionado contemplar la hoja de arroz sin decidir aún si lo más importante es concluir el camino, fumárselo con algo de tabaco o caminar trazando una levísima huella. Pero creo que esto último ya se le ocurrió al pequeño saltamontes y no estaba bien visto ni por su maestro ciego.

Paloma Zubieta López dijo...

Ivanius querido: lo que usté necesita es cambiar de sistema de referencia y dejar que la incertidumbre de las acciones "importantes" se resuelva solita. Total, su pequeño saltamontes logrará salir bien del paso si lo deja en libertá. Un besote chancho, digo choncho, que no es lo mismo pero es igual ;o)

Pelusa dijo...

Un dia descubri que existian ciertas leyes que mantenian el mundo tal y como yo lo veia, o sea, que si salia de una habitacion, esta seguiria ahi sin cambiar, ni moverse, ni convertirse en otra cosa...
Pero era un mundo muy aburrido el que tenia frente a mi entonces, y decidi dejar ciertos intesrticios en las leyes, de modo que si al regresar, la habitacion seguia siendo tal cual, era solo por casualidad... y si regresaba muy rapido, hasta podia ver las sillas reacomodandose en sus lugares...
Seguimos?

Pelusa dijo...

intersticios quise decir, o sea, huequitos, pequeñas grietas...

Paloma Zubieta López dijo...

Sip, Pelusa, claro que se lo que son los intersticios... me ha gustado tu recuento porque yo creo que todos tenemos alguno parecido. Yo me clavé con una teoría del tiempo en el que cada instante se fabricaba por separado, como una tramoya, y por eso a veces, perdíamos cosas que creíamos haber dejado en un sitio y tiempo después, le encontrábamos ahí mismo. Claro, la teoría era de la serie Dimensión desconocida de Hitchcock y no he podido rastrear quien escribió el guión... algún día. Un besote que acompañe las teorías personales, jeje.

Pelusa dijo...

no, si no lo decia por pensar que no supieras lo que eran los intersticios, sino para reafirmar mi idea...
interesante tu teoria del tiempo a pedacitos...
besos!!

Paloma Zubieta López dijo...

Ah, perfecto... y no es mi teoría (aunque no encuentre al dueño), más besos y sigue con el club.

Mara Jiménez dijo...

Ayer justamente, me hice de una peli "infantil", que mirándola en la ficha puede tener poco de atractiva: El título es "Labrynth". El prota es David Bowie, y el autor y director es Jimmy Henson... si, el de los muppets. La quise tener para recordarme siempre de la fantasía que cargo a cuestas, quiera o no, de cómo la genética me ha jugado malas pasadas para tener otra esclava de los mundos irreales viviendo conmigo, y para recordarme que las cosas que damos por sentadas son así por influencia de nuestra propia voluntad, pero que el mundo posee más vistas al alcance de los espíritus libres y por tanto creativos; para recalcarme que el tiempo es una percepción que nos acompaña, pero no necesriamente nos impone... y luego llegas tú, comadre, y me lo refairmas con este mundo creado a través de los ojos de tu alma magnánima... y soy muy feliz de compartirlo. Un beso y un abrazo.

Paloma Zubieta López dijo...

¡¡¡Comadre!!! Amo esa película y siempre he sentido que don Bowie se ve completamente sexy en la escena de la fiesta en que aparece por doquier enamorando a la pequeña, jeje. Comparto sus reflexiones acerca de las perspectivas temporales y espaciales, estamos cortadas con tijeras similares y el compartir es uno de los regalos universales al que nunca le diré que no. Gogol plex de besos siderales (me estoy pirando con la historia, qué quiere que haga).