martes, 8 de septiembre de 2009

Sueño décimo: el lenguaje de la naturaleza

El Maestro, convencido de que el caos generado por error humano es reversible, trabaja sin cesar mientras pasado, presente y futuro se empalman alrededor. Echa de menos al gato con quien intercambia opiniones, sabe que desapareció por el exceso de entropía ambiental. Revisa sus notas desde Pitágoras hasta Fibonacci, pasando por Kepler, Leonardo, Tycho Brahe y Euler. Si como decía Galileo, el lenguaje en el que se escribe la naturaleza es la geometría, entonces la solución puede provenir de una sinfonía jamás escuchada de sólidos perfectos. Meticuloso, construye secuencias musicales con poliedros regulares que le susurran el secreto guardado durante siglos, pero a causa de la estática –generada por la compresión multidimensional- no consigue oír la armonía.


Remedios Varo (1956), Armonías en: www.indiana.edu/.../cuartodeatras.html

6 comentarios:

Ivanius dijo...

Otra ventaja es que la sabiduría siempre ha preferido emplear fibras naturales como el algodón o la seda para confeccionar el guardarropa de los alquimistas, que de otra manera podrían provocar inadvertidamente una catástrofe al emplear las cómodas, baratas y peligrosas prendas de náilon o poliéster.

Paloma Zubieta López dijo...

La mera verdá, no solo la sabiduría sino la práctica en los laboratorios. Yo me declaro defensora del algodón, fibra natural que se extiende a todos mis demás aspectos de vida aunque, cuando me toca provocar una catástrofe, prefiero el nylon *carcajada inevitable*. Besitos para usté.

Pelusa dijo...

¿y que pasara si ni siquiera el Maestro puede arreglar el caos?
Quizas surja un nuevo orden dentro del caos y renazca el mundo.
Besos, Paloma

Paloma Zubieta López dijo...

Usté aguante, Pelusilla... ya casi ;o) Besos bien grandes.

Mara Jiménez dijo...

Ayayayay, es que no lo queria yo decir, pero pos ya... ¿Y porqué hay tanta prisa en arreglar el caos? Supieran ellos lo hermoso que resultan el desorden y los nuevos ordenes que surgen a partir d elo NO lineal... es que ni para leer puedo dejar de ser anárquica... es una condición de vida, más que un gran defecto. ¿Ya se va a acabar? NOOOOOO.

Paloma Zubieta López dijo...

A ver, comadre, tienes toda la razón, el caos no habría que arreglarlo porque como bien dices genera nuevos órdenes. Y ya que en estas estamos le cuento que soy defensora de que el máximo estado de caos es... ¡un estado ordenado! (según yo, no me haga mucho caso, pero tiene su lógica). Yo creo que en esto si me declaro medio oriental: un poco de ambas cosas siempre en movimiento, ¿cómo la ve?