viernes, 26 de septiembre de 2008

Propuesta

Hagamos del escribir un ejercicio cotidiano que nos temple el pulso y nos devuelva los minutos robados. Escribamos para decir, para contar, para soñar, para vivir. Hay que dejarse llevar por el roce de la pluma en el papel, por el golpe de los dedos en el teclado; hay que seguir el ritmo del corazón, de la lluvia, de la ciudad, de lo inasible y volver luego para plasmarlo y soltarlo al viento. Hagamos del escribir un vuelo de palomas…
¡Chale! Me fui volando.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

le tengo tanto respeto a la palabra escrita que a veces por eso mismo... me abstengo! y... no escribo! Tengo la sensación de que los grandes escritores ya fueron y los que aprendimos a escribir y lo hacemos, bien o no, somos los restos de la anécdota de un lenguaje efímero y llamado a la repetición... ¿o hay algo nuevo para decir? Tal vez sólo la verdad propia... y ésa, creo, no hay que andar diciéndola (ni escribiéndola). Vengan tomatazos.

Paloma Zubieta López dijo...

Es una cuestión de elección. Prefiero SER resto de un lenguaje efímero a NO SER. No pretendo ser parte de los grandes escritores, sólo es un juego en movimiento. De todas maneras, agradezco el comentario entomatado.

Anónimo dijo...

Acepto, dijo la novia.
Anónimo: date chance!

Paloma Zubieta López dijo...

Y que conste mi Lily, al menos yo te estoy esperando...

Mara Jiménez dijo...

Yo, yo , yo ... Yo digo siiiiiii. A ver que sale, a ver cuantos escritos gustan, pero sobre todo a ver como poco a poco se nos blanquea el alma y se nos purgan las entendederas. Anónimo... escribe y firma como anónimo, así se evaden los jitomatazos, y se cosechan los laureles en voz bajita. Va sa ver que gratificante.

Paloma Zubieta López dijo...

Estamos mi Mara querida, vamos a darle vuelo a la hilacha y a sacar al aire hasta los calzones... sin ofender a nadie, carcajada!

María W. dijo...

Hola, Paloma. Llegué, de viaje y de leerte en mi blog.
Una alegría que te tocara ese poema.
Leí un poquito, recién... esto de acá y lo que sigue para abajo: me encanta! Te seguiré leyendo, de a poco.
Un abrazo.

Ay, no. Antes de irme... Después de leer los comentarios anteriores:
Dicen que los temas son siempre los mismos, y también lo creo, pero varía el cómo, varía el punto de vista de esos temas. Claro que hubo y hay grandes escritores, pero eso no quita que vaya a haber más y nuevos o que cada cual intente un camino íntimo entre los renglones y las palabras (más allá de llegar a bueno). Como sea, a veces no se trata de ser o no ser bueno, sino de intentarlo, por deseo o necesidad: la de decir, escribir o dibujar. ¡Y allá vamos!

Paloma Zubieta López dijo...

María querida, bienvenida de viaje y a este espacio. Es un placer tenerte por acá y saber que andaremos encantándonos mutuamente. Coincido contigo plenamente. Total, si de repeticiones se trata, la historia de la humanidad está llena de ellas, pero como bien apuntas, cada uno a su manera. ¡Albricias por ello! Muchos besos desde este lado del continente.

el7palabras dijo...

Chale.
Y yo leyendo hasta hoy.

Estoy dentro, sii Paloma, salvemos al mundo, o ya de perdis nuestros traseros.
Y sin miedo ¿eh? no pasa nada.
Lo peor que podría suceder es que quede para nosotros... pero ¿qué? ¿a poco eso no sería una gran ganancia?

Si hay aplausos o jitomatazos, neta; es lo de menos.

Paloma Zubieta López dijo...

Siete querido:
Me agobia el pensar en salvar al mundo, mejor dejémoslo en lo de los traseros. Siempre he dicho que en el tren de la vida hay dos opciones: o lo miras pasar desde lugar seguro, o te subes a él y te arriesgas a saltar al vacío. Hace unos años que opté por lo segundo, con todo y mis miedos y sip, la ganancia es memorable. Así que sigamos en esto, es reconfortante sabernos acompañados, gracias.

Anónimo dijo...

Estimado 7: ahora sí quedé "MUTE"!!!!!! Buena tu tirada. Y si puedes dime cómo "sin miedo", ¿cómo te lo quitas el miedo?

A Paloma un beso de su más secreto admirador.

Paloma Zubieta López dijo...

Anónimo: nadie dijo que se lo quitara, nomás había que lanzarse sin pensar en él. Gracias por el beso, tendré que vivir con el secreto de no saber quién eres. Sin embargo, vaya otro pa' allá!