lunes, 2 de febrero de 2009

Réquiem

"...aunque han pasado los años,
nunca ha pasado aquel día..."
La Ixhuateca, popular itsmeña.


Abrir un cajón y ser asaltada por los recuerdos. Tratar de no pensar en cada objeto que tengo en mis manos, en los momentos que se relacionan con las cosas que van apareciendo. Remover memorias que procuré enterrar muy dentro, pero que de pronto, se agitan y llegan nítidas a la nariz y al corazón como si no hubiesen pasado los años. Deshilar, poco a poco, aquellos días aciagos en que la vida resultó un suplicio. Ella se consumía a su modo, nosotros al nuestro. Pensar en lo que dolió el saberla tan frágil e indefensa, el verla desaparecer hasta los huesos. Sentir la rabia por la impotencia y el vacío que dejó con su partida. Tener presente de nuevo esos meses de cuenta regresiva, me deja agotada, sin rumbo y muy triste. Empecé por el fin, que sabía era lo más difícil. El resto traerá acontecimientos distintos, ajenos al dolor, otras historias alegres o curiosas. No obstante, por hoy, no puedo más. La extraño.

8 comentarios:

Mara Jiménez dijo...

¿Y si tratásemos de convertir las pérdidas en nuestro patrimonio oculto? Todo lo que hemos dejado o extraviado, se queda en las "esquinas y rincones" de nuestro ser, para hacernos más completos. Extraña, es sano, es humano; pero recoge los recuerdos y amalgámalos para el consumo de tu alma. No doy consejos amiga, sólo sugerencias para evitar tu tristeza.

Anónimo dijo...

Aquel monje le dijo a su maestro:
Algo, aquí en el alma, me duele. ¿Puede sanarme el olvido?
El maestro sonrió, y le dijo:
Lo que mejor te sanará son los recuerdos, porque ante el dolor nada tiene más sentido que el amor que debemos poner para vencerlo.

Un abrazo, Paloma.

Paloma Zubieta López dijo...

Mara, Ivanius... gracias de veras. Abrazote y seguiré consejos, besos también.

Gwynette dijo...

Te entiendo tanto!. Tengo unos cajones que a la vista, aparentemente, son normales, pero que están sellados, abrirlos me hace pupa. La letra de mi padre, lo que más... :)

Besitos cómplices

EL.ESKRIBIDOR dijo...

La vida parece ser según dicen, esta hecha de una sucesión de generalmente, malos recuerdo. Pero yo disiento de esto, si la vida esta hecha de una sucesión de algo, en mi opinión es de una retahíla de instantes presentes aderezados de vez en cuando con unas gotas de nostalgias.

La mente humana esta diseñada para ser un gran cajón de sastre en el que guardar todo tipo de percepciones en forma dispersa y sin forma, de las que hacer uso cuando conciente o no, nos resulta necesario. No esta diseñada para anteponer el contenido del baúl de los cachivaches, al presente conciente, de ser así nuestro cofre de los recuerdos más que un equipaje se convertiría en una terrible caja de Pandora, que poco a poco nos iría acercando hacia la locura.

De ahí mi teoría de que los malos recuerdos no existen, nuestra mente en su función protectora se encarga de modo automático de ir enterrándolos en nuestro olvido, y si de modo inesperado vuelven a nuestra conciencia es por que se hacen necesario, en unos casos para que recordemos y aprendamos de lo que hemos vivido, y en otros para que sintamos y afirmemos nuestra con condición de seres humanos que, el dulce placer de la añoranza nos brinda.

Como toda teoría, esta estoy seguro de que resulta rebatible, pero Dios nuestro Señor doto al ser humano de algo llamado el libre albedrío. Prefiero Pensar que si recuerdo a alguien que se fue, no tengo porque que estar triste, en ese instante en ese preciso instante, esta con migo.

Un fuerte abrazo y animo, apreciada amiga.

Paloma Zubieta López dijo...

Gwynette hermosa: un abrazo inmenso solidario, con mucho cariño y cubierto de besitos de chocolate.

Querido Eskribidor: no creo tampoco que existan malos recuerdos, más bien, al evocarse, provocan distintos sentimientos que no escogemos y por ello, nos hacen perder la brújula cuando nos sorprenden. Eso es lo que creo que me pasó a mí. Agradezco de veras el abrazo, otro para allá.

antonio dijo...

La vida está repleta de momentos en los que desearias estar con alguien y del que solo sientes su ausencia.Se extraña lo que se amó, y esos recuerdos nos hacen lo hacen mas presentes, para mi es una tristeza sana, melancolia armónica,felicidad en el fondo.Somos el recuerdo de los que ya no estan.
Besito
Gracias.

PD: LO MÁS IMPORTANTE,ME GUSTA COMO ESCRIBES....................
.

Paloma Zubieta López dijo...

Querido Antonio: muchas gracias por dejar aquí tus líneas. Me ha gustado mucho eso de que somos el recuerdo de los que ya no están, lo recordaré. Siéntete como en tu casa y gracias por todo, un abrazo.