Ella llegó a la universidad a los 15 años; él trabajaba desde los 19 dando clases. Venían de mundos muy distintos, pero algo pasó y se encontraron en la Facultad de Ciencias. Él creía que ella era casi una niña y ella, que él era un señor. A ella le encantaban Los folkloristas y Los cinco latinos; él oía bossanova y música clásica. Ella había vivido todo el tiempo en la San Rafael; él creció en la Doctores y luego se cambió a la Santa María. Ella era toda amiguera y él reservado; fue criada entre dos mundos mientras él actuaba en Las Moscas. Ella tenía una familia pequeña; él siempre conocía a alguien nuevo en cada reunión familiar. Ella era espartana y él, ateniense. Ella le bajaba los calcetines con los pies por debajo de la mesa en la cafetería para seducirlo; él la pasó al asiento de atrás del vochito cuando ella primero dijo que no. Ella usaba minifalda y calcetas; él prefería vestirse de negro y a diario, usaba traje y corbata. Ella era El Quijote y Picasso; él era Sartre y Botticelli. Ella tenía múltiples collares de colores en tanto él guardaba algún recuerdo de poesía en la cartera. Ella había bailado flamenco y jotas; él leía a Anatole France, a Bertrand Russell y a Stefan Zweig. Ella era Beatles; él, Elvis Presley. Ambos pasaban muchas vacaciones en Veracruz y amaban el puerto. Juntos resolvieron emprender una aventura en una esquina soleada. Ella se llamaba Lolila y él, Donzalo. Años después, descubrí que eran mis padres.
Imagen que acompaña: Maheriana (2008) que por alguna razón oscura, o ni tanto, inspiró el texto.
14 comentarios:
Definitivamente me gusta este...
TQM!!!
P.d. lo anterior fui yo pero ya vez, esta computadora esclava del recuerdo guarda viejas id's XD
Osvaldo hermoso, curiosa anécdota de las computadoras esclavas del recuerdo... al menos, nosotros tenemos la libertad de liberarnos. Gracias mil, también te quiero mucho y te mando besos.
Aprovecho el espacio para también agradecer a la Lux por su comentario, besos, muchos.
Gracias a su encuentro, ella y él nos dejaron el magnífico regalo de su hija, una Paloma al vuelo que no termina de enamorarnos y hacernos bien al corazón.
Anónimo: casi me hiciste llorar, gracias de veras.
Es curioso...nuestros padres eran personas antes de ser padres. Les gustaban cosas, se enamoraban. Cuando somos pequeños, parecen dioses, cuando somos adolescentes son unos ogros que no nos dejan ser. Y cuando crecemos y somos adultos, se convierten en personas como nosotros nuevamente...aunque a veces sigan siendo ogros, jeje.
Que lindo que cuentes la historia de amor de tus padres. Deben estar muy orgullosos de tí.
Un gran beso amiga. Nos vemos pronto.
Sería curiosa la estadística para saber cuántos de nosotros fuimos planeados, proyectados, ensayados y/o hasta concebidos en asientos traseros. Eso sobre todo para que a los que somos padres, no se nos olvide que no hay nada nuevo bajo el sol. Gracias por traernos un poco de tu historia amiga.
Queridas dos:
Es curioso que a ambas les haya brincado el asunto de los orígenes de una u otra manera... será la misma generación? Jeje! Gracias por las palabras de ambas, les voy a dar una credencial de clientes frecuentes con mucho gusto. Un beso bien grande y muriéndome de ganas de vernos las carátulas, pero ya falta poco...
Gracias por los textos, disfrutables y adictivos; sobre todo, por compartir.
Gracias también a Mara, por ser el muy bienvenido contacto virtual.
Por aquí seguiremos. Un abrazo.
¡Lindo Paloma! lindo como casi todo lo que sale del corazón.
Es curioso como comenta Viviana (un abrazo!!), no se si será por que son de la misma generación pero nuestros padres parecen estar hechos del mismo material. Si fueran personajes de novela seguro habrían sido creados por el mismo autor.
Cuentas la historia de tus padres y palabras más o menos, podría ser la de los míos. ¡Increible!
Además, cuando los padres ya no están vuelven a ser Dioses, tenlo por seguro.
Disfruten mucho a sus padres que si tienen algún defecto, es que nunca duran lo suficiente.
Y bueno, hablando de encuentros y reuniones...hablan mucho pero no invitan!! ja,ja.
Un abrazo
Jesús Población
Ivanius:
Gracias por el comentario y la lectura, se hace lo que se puede y se que es una debilidad pero me fascinó lo de adictivos (¿será?), gracias también por sus textos allá en su espacio... Sip, tienes razón, un agradecimiento a Mara por ser ese puente invisible. Nos estamos encontrando, un abrazo.
Jesús querido:
Primero que nada, qué milagro y qué gusto tenerle por aquí, sea bienvenido. Segundo: el asunto de pertenecer a una de-generación marca bastante, ya lo vemos. Hay una idea que dice que todos somos productos del tiempo en el que vivimos y creo que el caso de nuestros padres (y de nosotros mismos) es un claro ejemplo de aquello. Tercero: mi madre ya es diosa desde hace unos años, mi padre lo disfruto todo lo que puedo y a veces me recrimino porque creo que es poco, ni pex. Cuarto: si asistes al Tatooencuentro, ahí nos veremos con seguridad, te animas? Te mando muchos besos.
Con esas amorosas combinaciones de tonos, texturas, lecturas, seducciones y sonoridades empezó el primer y definitivo inicio de lo que ahora he leído en tu espacio. Gracias por ellos.
¡Hola Ángel! Es un placer ver que te has dado una gran vuelta por la página. No tienes que agradecer nada, al contrario, soy yo quien lo hace esperando que sigas viniendo por aquí... hace tiempo que no releía algo de tan atrás, pero de entrada, ha sido lindo verte por aquí. Vaya hasta donde estés, un abrazote.
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