Hace frío afuera de las sábanas y tardo un buen rato en deliberar entre mí y mimisma, si salir de la cama es una acción recomendable. Ni pex, allá vamos. Me miro al espejo y descubro con horror que traigo un súper derrame en el ojo izquierdo, producto de las mal dormidas recetadas por mi cretino vecino de arriba -que considera que las fiestas en días hábiles pueden durar toda la noche-, y de mi persistencia tenaz ante las pantallas en los últimos días, aunque pue’ que los dolores de cabeza de últimas fechas hayan tenido algo que ver. Con esta cara habré de enfrentar al mundo, no hay remedio. La vida transcurre casi plácidamente, hasta que suena el teléfono y me avisan que me clonaron la tarjeta. Me lleva la que me trajo, pienso y luego, cuando logro existir después del susto, pregunto que qué onda, que cómo le hacemos. Nada, no hay problema, tienen todo controlado y yo nomás tengo que hacer trizas mi plastiquito y esperar a que llegue la reposición en unos cuantos días. Pasado el mal trago, busco algo de música para refrescarme y llenar con algo lindo el corazón. Pongo a Los camilitos y de paso me acuerdo y le recomiendo a Alberto que los oiga; además, están a punto de terminar de grabar otro disco y yo que me muero de las ganas de oírlo. Enfilo hacia el baño a ver si el agua logra quitarme la mala estrella del día de hoy. En un rato más comeré, después me iré a cantar y ya luego, no se qué va a ser de mí. Hoy tengo esa sensación de desamparo metida en los huesos; será el invierno que, sigiloso, se nos viene aproximando.
7 comentarios:
Paloma! Me encuentro con tu esquina y lo celebro fuera del rincón. Lo estaré leyendo. José
Queridísimo José: sea usted bienvenido a este que también es su espacio. Te mando un fuerte abrazo.
y al día siguiente, ¿qué pasó?
Bue... pues luego de haber cantado, bailado y sacudido los monstruos internos, y con el día soleado y lindísimo que fue el domingo, me fui al mercado de San Juan, a por delicias para el alma y di un lindísimo paseo por Reforma abarrotada pero vibrante. Francamente, el domingo fue mucho mejor... Besitos.
ahhh pues me gusta lo que escribes y estare atento. y por lo demas un viajecito a catemaco no estaria demas.... besos
Venga, qué chido.
Y seguro en tu iPod traías a los camilitos ¿no?
Así como los días han abierto a últimas fechas, parece que el ánimo también va de subida...
Lástima que las famosas "bolsas" amenazan con quebrar.
Auch.
Querido Jesús: qué bien saber que merodeas por este rincón, siéntete como en tu casa. Lo de Catemaco puede ser una buena opción: he tenido que llevar el coche al taller el día de hoy... Besos.
Siete: mi hermano dice que vivo en la prehistoria (y seguro tiene razón) porque paranoia (léase para nada) de ipod (más bien, llevo a un camilito en el corazón) y eso, que ya pasé de los acetatos y casetes a los CD's, ¡todo un adelanto! Sip, el ánimo mejora pues no le han caído aires de Wall Street hasta ahora. Es un placer tenerle por acá... un abrazo.
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