La posibilidad de que los fines de semana por la noche aparezca la magia, en manos de Alonso y de Ock, siempre es un placer. Estar con ellos me aleja del ruido del mundo y me recuerda que sigo siendo una niña cuando miro absorta todas las suertes que realizan, como si cualquier cosa. Este es un tributo a lo recorrido y un agradecimiento por los muchos buenos ratos compartidos.
6 comentarios:
¡Qué re gonitoo! ¿Dónde se ve eso?
Gracias por compartir comadre.
Ah, comadre, la siguiente la invito... jeje... Un placer, mando besos.
Dios dijo: "Hágase la luz"... y el ingenio creó las florituras.
¿A poco no son harto bonitas? (mejor, todavía en vivo) Un abrazote pa' usté.
¡Ah! ¡Yo también quiero saber dónde se ve!
Gracias por compartir, Palo! ;)
¡Faltaba más mi prima! De nada y un besotote.
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