Una mujer se asoma a la tarde y mira al mar. Sus ojos recorren la línea espejo infinita que separa universos azules; brotan escalofríos a causa de la emoción por el paisaje. Todavía hay demasiada luz y las gaviotas navegan ligeras como ancladas al viento, sus graznidos cortan el silencio. Esta esquina del mundo sabe de soledades; la llegada ocasional de víveres da tregua a la sucesión descolorida de días y noches. Hubo un ayer de flores y promesas; ahora no hay sino hierbas, musgos, acantilados…. Cuando el sol comienza a menguar, las sombras pueblan la tierra y el cielo se incendia, el corazón retumba. En este lugar estuvo el paraíso donde Adán correteaba a Eva… pero eso fue hace mucho tiempo, antes de las olas y los gritos, antes de que el océano devorara lo más querido, ya casi ni lo recuerda. Una lágrima se derrama cuando la tarde se fuga; ella y la mujer anochecen juntas.
© pseudonimo51 / Roberto Russo (2006), Faro Ventotene, Ísole Pontine, Italia, en:
http://www.flickr.com/photos/robertorusso/2091414428/
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11 comentarios:
Que bonito y que triste, Paloma! Por que sera que belleza y tristeza suelen ir de la mano?
Besos!
Dice una leyenda que por eso la tarde pinta de oro y rojo el horizonte: es entonces cuando los seres humanos recuerdan, renuevan o invocan aquellos amores que atesoran.
Pelusilla querida: no siempre... por fortuna, a veces van separadas, jeje, más besos.
Don Ivanius: ¿Lou-Sin o nomás me lo pareció? Preciosa leyenda, por cierto. 2011 al borde de la fría noche.
Me pareció hermoso entre esa nostalgia. Y no sé porque me dieron ganas de vivir un día, tú y yo, el mar juntas.
Me dejas en saudade y lo agradezco.
Abrazos.
G
Querida Clarice: se trataba de las saudades, claro que sí. Es un hecho y una gran idea, un día paso por ti y nos vamos a vivir el mar juntas. Claro que antes, pasamos por El Lencero que nos viene muy bien al estado de ánimo ;o) Besitos.
SIMPLEMENTE HERMOSA LA REFLEXION. ME ENCANTO.
MI NOMBRE ES ALBERTO PEREZ NAJERA
DE HERMOSILLO, SONORA , MEXICO
Gracias por pasar y dejar aquí tu comentario, Alberto. Celebro que te haya gustado. Un saludo hasta Hermosillo.
Un golpe de nostalgia, suave pero punzante, el de tu prosa poética frente a la declinación verbal del már y el día.
Un gusto haber recalado en tu espacio.
Saludos...
Un placer, Ángel, leer tus palabras, gracias. La puerta siempre está abierta y ya sabes el camino, saludos de acá.
Me gustó mucho. Yo que he sido farero sé de esa nostalgia. ;)
¡Qué gusto, Carlos! Creo que muchas nostalgias nacen en un faro... Un abrazote grande.
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